La modalidad de pago se ha convertido en una parte fundamental de nuestras vidas cotidianas. Con el avance de la tecnología, cada vez son más las opciones disponibles para realizar transacciones financieras. Sin embargo, hay una modalidad de pago que se destaca por encima de las demás: el pago con tarjeta.
Según un reciente estudio realizado por la consultora Euromonitor, la modalidad de pago con tarjeta ha superado al tradicional efectivo en las transacciones alrededor del mundo. Lo que resulta aún más sorprendente es que, no solo ha superado al efectivo, sino que también ha superado a la modalidad más popular hasta hace poco tiempo: los pagos con tarjeta de crédito.
De acuerdo con los datos recopilados, un 25% de las transacciones a nivel global se realizan mediante el uso de tarjetas de crédito. Sin embargo, lo que ha llamado la atención es que la modalidad de débito también ha ganado terreno en los últimos años. De hecho, actualmente representa un 3,5% de las transacciones a nivel mundial.
Esta noticia es una muestra clara del cambio en los hábitos de consumo y el avance tecnológico que estamos viviendo. Hace unos años, el uso de tarjetas de crédito era la forma más común de realizar transacciones, ya que permitía a los consumidores adquirir bienes y servicios incluso si no tenían el dinero disponible en ese momento. Sin embargo, esto también conllevaba el peligro de endeudarse y acumular intereses en caso de no pagar la totalidad de la deuda a tiempo.
Por otro lado, las tarjetas de débito han ganado popularidad debido a su simplicidad y seguridad. Al estar conectadas directamente con la cuenta bancaria del usuario, no existe la posibilidad de endeudarse y acumular intereses. Además, la mayoría de las tarjetas de débito cuentan con sistemas de seguridad mejorados, como la verificación de identidad con huella dactilar o reconocimiento facial, lo que reduce significativamente el riesgo de fraude.
Otro factor importante que ha contribuido al aumento de la modalidad de pago con tarjeta es la comodidad que ofrece. Con el uso de tarjetas, los consumidores ya no tienen que preocuparse por llevar efectivo encima, lo que los hace menos propensos a ser víctimas de robos o pérdidas. Además, con la llegada de los pagos sin contacto o contactless, las transacciones se han vuelto aún más rápidas y fáciles, ya que solo basta acercar la tarjeta al lector para efectuar el pago.
Pero, ¿qué hay detrás de este fenómeno? Sin duda, los avances tecnológicos han desempeñado un papel fundamental en la popularidad de la modalidad de pago con tarjeta. Esto se debe a que, con el uso de internet y los dispositivos móviles, se ha facilitado la realización de transacciones en línea y el uso de aplicaciones de pago, que permiten a los usuarios realizar transacciones de manera segura y conveniente.
Además, las empresas también han contribuido al aumento de la modalidad de pago con tarjeta al ofrecer beneficios exclusivos y promociones para aquellos que eligen esta forma de pago. Por ejemplo, descuentos en compras o acumulación de puntos para canjear en futuras compras. Esto ha creado una especie de incentivo para que los consumidores prefieran el uso de tarjetas en lugar del efectivo.
A pesar de todos estos beneficios y del claro liderazgo que tiene la modalidad de pago con tarjeta en el mundo, todavía hay un gran porcentaje de la población que se resiste a dejar atrás el uso del efectivo. En algunos países, principalmente en los más pobres, el efectivo sigue siendo la forma de pago más utilizada debido a la falta de acceso a tecnologías financieras y a la desconfianza hacia los sistemas bancarios.
En conclus