El Índice de Precios al Consumidor (IPC-Fipe), desarrollado por el Instituto Brasileño de Economía de la Fundación Instituto de Estudios Económicos (FIPE), ha registrado una variación positiva de 0,41% durante la primera quadrissemana de dezembre, después de una alta de 0,43% en novembro.
De acuerdo con la información publicada por el Instituto Brasileño de Economía, cinco de los siete componentes del índice han registrado una variación positiva entre novembro y la primera quadrissemana de dezembre. Estas son: alimentos y bebidas, que aumentó un 0,36%; transporte, con un 0,30%; recreación y cultura, con un 0,24%; cuidados personales, con un 0,22%; y, finalmente, bienes y servicios diversos, con un 0,17%.
Sin embargo, el índice también presentó algunas variaciones negativas. Estos componentes fueron: salud y cuidados personales, con una disminución de 0,19%; vestimenta, con una baja de 0,09%; y, finalmente, alojamiento, que disminuyó un 0,05%.
Según el profesor de economía de la Universidad Federal de Río Grande do Sul, Adalberto Souto, los resultados positivos del IPC-Fipe son una buena noticia para los consumidores.
“Es una buena noticia para el consumidor porque nos da una idea de que el poder adquisitivo de los consumidores brasileños se está recuperando lentamente. Estamos viendo una recuperación gradual en el poder adquisitivo de las personas en todo el país, lo que es una señal de que el país se está recuperando lentamente de la crisis económica que enfrentamos hace algunos años”, dijo el economista.
Además, el profesor Souto también destacó la importancia de las políticas económicas implementadas por el gobierno para contribuir a la recuperación económica de Brasil.
“El gobierno ha implementado una serie de políticas económicas que han ayudado a estabilizar el mercado y reducir el nivel de inflación. Esta estabilización ha contribuido a la recuperación de la economía brasileña y ha ayudado a mejorar el poder adquisitivo de los consumidores”, explicó el experto.
Por lo tanto, el aumento del IPC-Fipe durante la primera quadrissemana de dezembre es una señal positiva de que la economía brasileña está recuperándose lentamente. Esto significa que los consumidores están ganando poder adquisitivo y, en consecuencia, los precios se están estabilizando. Esto también significa que el gobierno está tomando medidas para ayudar a la recuperación económica del país y que los consumidores se beneficiarán de ello.