El debate sobre el aborto siempre ha sido un tema delicado y controvertido en la sociedad. Sin embargo, en Portugal, parece que finalmente se están dando pasos hacia una legislación más progresista en este asunto. El Partido Socialista (PS) y el Bloco de Esquerda (BE) han presentado proyectos de ley que proponen el alargamiento del plazo para la interrupción voluntaria del embarazo hasta las 12 y 14 semanas respectivamente. Esta medida, de ser aprobada, supondría un gran avance en la protección de los derechos de las mujeres en nuestro país.
El proyecto del PS, liderado por la diputada Isabel Moreira, propone ampliar el plazo actual de 10 semanas hasta las 12 semanas. Esto significa que las mujeres tendrían dos semanas más para tomar la decisión de interrumpir su embarazo de manera voluntaria. Esta medida es especialmente importante para aquellas mujeres que, por diversas razones, no pueden tomar una decisión tan importante en un plazo tan corto. Además, el proyecto también contempla la eliminación de la obligatoriedad de un periodo de reflexión de tres días antes de la intervención, lo que permitiría a las mujeres tener un mayor control sobre su propio cuerpo y su futuro.
Por otro lado, el proyecto del BE, liderado por la diputada Sandra Cunha, va un paso más allá y propone ampliar el plazo hasta las 14 semanas. Esta medida se basa en la evidencia científica que demuestra que el feto no es viable fuera del útero antes de las 14 semanas, por lo que se considera que es el momento adecuado para que las mujeres puedan tomar una decisión informada sobre su embarazo. Además, el proyecto también incluye la eliminación de la obligatoriedad de la consulta de psicología antes de la intervención, ya que se considera que esta medida solo retrasa el proceso y no aporta ningún beneficio real.
Ambos proyectos de ley también proponen la eliminación de la penalización para las mujeres que decidan interrumpir su embarazo después del plazo establecido, siempre y cuando existan razones médicas o psicológicas que lo justifiquen. Esta medida es fundamental para garantizar que las mujeres no se vean obligadas a recurrir a prácticas clandestinas y peligrosas para interrumpir su embarazo.
Es importante destacar que estos proyectos de ley no solo se centran en el alargamiento del plazo para la interrupción voluntaria del embarazo, sino que también contemplan medidas para garantizar un acceso más fácil y seguro a este procedimiento. Ambos proyectos proponen la inclusión de la interrupción voluntaria del embarazo en el Servicio Nacional de Salud, lo que garantizaría que todas las mujeres, independientemente de su situación económica, tengan acceso a una atención médica de calidad.
Además, estos proyectos también contemplan la creación de un fondo de apoyo para aquellas mujeres que no puedan costear el procedimiento, así como la implementación de programas de educación sexual y reproductiva en las escuelas. Estas medidas son fundamentales para garantizar que las mujeres tengan acceso a información precisa y completa sobre su salud sexual y reproductiva, lo que les permitiría tomar decisiones informadas y responsables.
Es importante destacar que estos proyectos de ley no solo benefician a las mujeres, sino que también tienen un impacto positivo en la sociedad en su conjunto. La legalización y regulación de la interrupción voluntaria del embarazo reduce la mortalidad materna y las complicaciones derivadas de abortos clandestinos. Además, también contribuye a la igualdad de género, ya que permite a las mujeres tener control sobre su propio cuerpo y su futuro.
En resumen, el proyecto del PS y del BE para ampliar el plazo de la interrupción voluntaria del embarazo hasta las 12 y 14 semanas respectivamente, es un gran paso hacia una legislación más progresista y respetuosa con los derechos de las