El secretario de Estado del Vaticano, el cardenal italiano Pietro Parolin, ha hecho un llamado enérgico a la comunidad internacional para que anule la deuda de los países pobres como una medida de justicia y una forma de abordar las consecuencias de la crisis climática. Durante su discurso en la Cumbre del Clima (COP29) en Baku, en Azerbaiyán, Parolin afirmó que es necesario crear una nueva “arquitectura” financiera mundial para hacer frente a la creciente amenaza del cambio climático.
El cardenal Parolin comenzó su discurso recordando las palabras del Papa Francisco, quien ha hablado en numerosas ocasiones sobre la importancia de cuidar el medio ambiente y proteger a los más vulnerables. El Papa ha llamado a la acción contra el cambio climático como una cuestión moral y ética, instando a los líderes mundiales a tomar medidas concretas para proteger el planeta y a los más pobres.
En este sentido, el cardenal Parolin expresó su preocupación por el hecho de que los países más pobres y vulnerables sean los más afectados por la crisis climática, a pesar de ser los menos responsables de ella. La deuda externa, que ya es una carga pesada para estos países, se vuelve aún más insostenible cuando se combinan con los impactos del cambio climático, como sequías, inundaciones y aumento del nivel del mar.
“Es una cuestión de justicia que estos países reciban alivio de su deuda y puedan destinar esos recursos a medidas de adaptación y mitigación del cambio climático”, afirmó el cardenal Parolin. “Además, es una forma concreta de asumir nuestra responsabilidad hacia los más pobres y vulnerables, que son los que más sufren las consecuencias de nuestros errores y acciones irresponsables”.
El secretario de Estado del Vaticano también señaló la importancia de una acción global, ya que el cambio climático es un problema que afecta a todos y requiere una cooperación estrecha entre los países. Para ello, es necesario un nuevo marco financiero que tenga en cuenta los impactos del cambio climático y establezca mecanismos para ayudar a los países en desarrollo a adaptarse y mitigar sus efectos.
“Debemos ir más allá de los modelos económicos tradicionales y adoptar una visión más amplia que incluya la protección del medio ambiente y la justicia social”, afirmó el cardenal Parolin. “Anular la deuda de los países pobres es una de las formas en que podemos avanzar hacia una economía más sostenible y equitativa para todos”.
El discurso del cardenal Parolin fue recibido con aplausos por los asistentes a la Cumbre del Clima, que incluía a líderes políticos, expertos en medio ambiente y activistas. Muchos expresaron su apoyo a la propuesta del Vaticano y enfatizaron la importancia de abordar la deuda externa como parte de la lucha contra el cambio climático.
En un mundo donde la crisis climática es una realidad cada vez más evidente, es necesario que la comunidad internacional tome medidas audaces y concretas para proteger el medio ambiente y a los más vulnerables. La anulación de la deuda de los países pobres es una medida justa y necesaria en este esfuerzo y es alentador ver al Vaticano liderando esta causa en la Cumbre del Clima.
Además, esta medida también es una oportunidad para demostrar el poder de la solidaridad y la compasión en un mundo que a menudo está dividido por intereses económicos y políticos. Al adoptar una postura de responsabilidad y apoyar a los países más necesitados, podemos demostrar que juntos podemos construir un futuro sostenible para todos.
En resumen, el llamado del cardenal Parolin para anular la deuda de los países pobres es un recordatorio