“Estados Unidos es el principal socio económico de Brasil”, afirma Tatiana Prazeres, Secretaria de Comercio Exterior del Ministerio de Desarrollo. Esta declaración es un reflejo del fuerte vínculo económico entre estas dos naciones, que se ha fortalecido a lo largo de los años y sigue siendo una relación clave para el desarrollo y crecimiento de ambos países.
Brasil y Estados Unidos tienen una larga historia de colaboración. Desde 1824, cuando Estados Unidos reconoció oficialmente la independencia de Brasil, ambas naciones han trabajado juntas en diversas áreas, incluyendo la economía. Sin embargo, fue en la década de 1990 cuando esta relación alcanzó su punto más alto con la firma del Tratado de Libre Comercio entre el Mercosur y Estados Unidos.
Desde entonces, el comercio entre Brasil y Estados Unidos ha crecido de manera exponencial. En 2019, el intercambio comercial entre ambas naciones alcanzó los 103 mil millones de dólares, convirtiendo a Estados Unidos en el principal socio comercial de Brasil. Este sólido vínculo económico ha sido fundamental para el desarrollo de ambas economías, ya que ha permitido un aumento en la inversión, la creación de empleo y la mejora de las condiciones de vida de la población.
Pero, ¿qué hace que Estados Unidos sea el principal socio económico de Brasil? Hay varios factores que han contribuido a esta posición privilegiada. En primer lugar, la estabilidad política y económica de Estados Unidos ha sido un factor clave para atraer inversiones extranjeras. Además, la diversidad de la economía estadounidense, con sectores altamente desarrollados como la tecnología, la agricultura y la industria, ha hecho que sea un socio atractivo para Brasil en términos de intercambio comercial.
Por otro lado, la ubicación geográfica de Brasil también ha sido un factor importante en la relación comercial con Estados Unidos. Al estar en América Latina, Brasil tiene una posición estratégica para acceder a mercados clave en la región, lo que ha facilitado el comercio con Estados Unidos y ha permitido una mayor integración económica.
Además, la relación entre Brasil y Estados Unidos no se limita solo al comercio de bienes. Ambos países también tienen una fuerte colaboración en el ámbito de la tecnología, la ciencia y la innovación. Estados Unidos es uno de los principales inversores en investigación y desarrollo en Brasil, y esta colaboración ha permitido importantes avances en áreas como la medicina, la energía y la agricultura.
Pero más allá de los números y las estadísticas, la relación entre Brasil y Estados Unidos también es una muestra de una amistad duradera y sólida. Ambos países comparten valores y principios fundamentales, como la democracia, la libertad y la promoción del libre comercio. Esta afinidad ha permitido una relación de confianza y respeto mutuo, lo que ha sido esencial para el crecimiento de la relación económica.
En la actualidad, la relación entre Brasil y Estados Unidos está en un momento clave. Ambos países se encuentran en un proceso de recuperación económica luego de los impactos de la pandemia de COVID-19, y esta situación ha sido una oportunidad para fortalecer aún más su asociación. El reciente encuentro entre el presidente brasileño Jair Bolsonaro y el presidente estadounidense Joe Biden, demuestran el compromiso de ambas naciones para seguir trabajando juntas en beneficio mutuo.
Sin embargo, es importante destacar que esta relación no está exenta de desafíos. A pesar de ser el principal socio económico de Brasil, Estados Unidos también tiene una fuerte presencia en otros países de la región, lo que puede generar competencia para algunos sectores de la economía brasileña. Además, existen diferencias en temas como el medio ambiente y los derechos humanos que deben ser abordados de manera conjunta.
En conclusión, la afirmación de Tatiana Prazeres