La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha publicado recientemente un informe que revela una tendencia preocupante en los países ricos: la tasa de fertilidad ha disminuido a la mitad en los últimos 60 años. En 1960, la tasa de fertilidad era de 3,3 hijos por mujer, mientras que en 2022 ha caído a solo 1,5 hijos por mujer. Este descenso ha sido especialmente pronunciado en países como la Estonia, Italia, Japón, Lituania, Polonia, Portugal y España, donde el porcentaje de mujeres sin hijos se ha duplicado.
La principal causa de esta disminución en la tasa de fertilidad es el alto costo de tener hijos en los países ricos. Según el informe de la OCDE, el costo promedio de criar a un hijo hasta los 18 años es de alrededor de 233.610 dólares en los países miembros, lo que equivale a un 20% del ingreso promedio de una familia. Este alto costo incluye gastos como educación, alimentación, vivienda y cuidado infantil. Además, en muchos países, las políticas gubernamentales no son suficientes para apoyar a las familias en la crianza de sus hijos, lo que hace que sea aún más difícil para las parejas decidir tener hijos.
Esta tendencia es particularmente preocupante en una época en la que la población mundial está envejeciendo y la tasa de natalidad es cada vez más baja. Si esta tendencia continúa, podría tener graves consecuencias para la economía y la sociedad en general. Una población envejecida significa una fuerza laboral en declive y una disminución en la producción económica. Además, una baja tasa de natalidad también puede tener un impacto negativo en la sostenibilidad de los sistemas de seguridad social, ya que habrá menos trabajadores en el futuro para financiar estos programas.
Sin embargo, no todo son malas noticias. A pesar de la disminución en la tasa de fertilidad, el informe de la OCDE también señala que la esperanza de vida ha aumentado en los países miembros. Esto significa que las mujeres tienen más tiempo para dedicarse a su carrera antes de tener hijos, lo que puede ser beneficioso para su desarrollo profesional y para la economía en general. Además, el informe también destaca que las mujeres están teniendo hijos a una edad más avanzada, lo que puede ser una señal de que están tomando decisiones más informadas y planificadas sobre la maternidad.
Para abordar esta tendencia a la baja en la tasa de fertilidad, es necesario que los gobiernos tomen medidas para apoyar a las familias y hacer que sea más asequible tener hijos. Esto puede incluir políticas de licencia parental remunerada, subsidios para el cuidado infantil y programas de asistencia financiera para familias con hijos. Además, es importante que se promueva una cultura que valore y apoye la maternidad y la paternidad, y que se eliminen los estigmas asociados con ser padres.
También es importante que las empresas y los empleadores adopten políticas que permitan un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida personal para los padres. Esto puede incluir horarios flexibles, opciones de trabajo remoto y programas de apoyo para el cuidado de niños en el lugar de trabajo.
En resumen, la caída en la tasa de fertilidad en los países ricos es un tema preocupante que requiere una acción inmediata por parte de los gobiernos y la sociedad en general. Es necesario que se tomen medidas para hacer que sea más asequible tener hijos y para promover una cultura que valore y apoye la maternidad y la paternidad. Si no se aborda esta tendencia, podría tener graves consecuencias para la economía y la sociedad en su conjunto.