El Índice de Precios al Productor (IPC), que mide las variaciones de los precios de los bienes y servicios producidos por las empresas, mostró una pérdida de fuerza en la primera prévia de noviembre de 2019. Esto es en contraste con el Índice Nacional de los Precios al Consumidor (INCC), que mostró una fuerte tendencia al alza durante el mismo periodo. Esto incluye el aumento de los precios de los bienes y servicios adquiridos por los consumidores.
De acuerdo con el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), el IPC cayó 0,2% en noviembre en comparación con octubre, mientras que el INCC incrementó su valor en 0,3%. Esto dejó al IPC con 2,26% de aumento acumulado en el año, mientras que el INCC se encuentra en 3,1% en el mismo periodo.
Esta disminución en el IPC se debe a la disminución en los precios de algunos bienes, como alimentos y productos agrícolas. Esto puede estar relacionado con el aumento de la producción de los principales productos agrícolas, como soja y maíz, en la última temporada, lo que ha llevado a un exceso de oferta y, por tanto, a una disminución de los precios.
Esta noticia es importante para el contexto económico actual del país. La disminución del IPC implica una desaceleración en el ritmo de los precios de los bienes y servicios producidos por las empresas, lo que resulta en una menor tasa de inflación y una mayor estabilidad de los precios.
Sin embargo, el alza del INCC, que mide el costo de la vida para los consumidores, significa un incremento en los precios de los bienes y servicios adquiridos por los consumidores. Esto se debe a la falta de oferta de muchos productos, lo que lleva a una subida de precios.
Esta contradicción entre el IPC y el INCC pone de manifiesto el gran desafío que enfrenta el gobierno brasileño para estabilizar los precios. Por un lado, el gobierno debe estimular la producción para mantener bajos los precios de los bienes. Por otro lado, también debe impulsar el crecimiento económico para aumentar la demanda y estabilizar los precios de los bienes.
Esta es una situación preocupante para los consumidores, ya que el aumento en los precios de los bienes limita el poder adquisitivo de los hogares. Esto impactará directamente en las finanzas de las familias brasileñas.
Es esencial para el gobierno brasileño tomar medidas para alentar el crecimiento económico y estimular la producción de los principales productos agrícolas, al tiempo que mantiene bajos los precios de los bienes y servicios. Esto es esencial para mantener una economía sana